lunes, 15 de julio de 2013

Feria de San Fermín. Séptima de feria.



TARDE DE TRIUNFOS GRANDES. 

6 toros de Fuente Ymbro, el quinto como sobrero. De excelente presntación, con kilos y remate. Bravos el tercero y cuarto. El quinto encastado e interesante. Primero, segundo y sexto mansos y deslucidos. 

Padilla; Oreja y Oreja. Puerta grande. 
Fandiño; Dos orejas y silencio.
Perera; Silencio y ovación. 

Y en la sexta llegó la apoteosis a Pamplona. Dos triunfos grandes, con dos estilos distintos los cosechados por Juan José Padilla e Iván Fandiño pero ambos basados en el valor. El triunfo rotundo correspondió a Fandiño en el cuarto de la tarde, un toro bravo de verdad, no pudimos verlo bien en el caballo por la manía de este torero de dejar crudos sus toros y lo que es peor, no ponerlos en suerte. En la muleta fue excelente por ambos pitones, nos quedó verlo más por el izquierdo, solo una tanda por ahí no lo vio claro Fandiño, pero por el derecho tuvo seis tandas de muletazos muy largos y templados. Buen toreo, algo en linea pero limpio y puro. La gran estocada le valió dos orejas rotundas. hubo quien pidió la vuelta al ruedo para el toro, excelente fue, pero no vimos su bravura completa en el caballo, requisito indispensable para tan gran premio. 

Padilla consiguió una oreja facilona en el primero de la tarde por una faena muy de Pamplona con muletazos de rodillas, desplantes mordiendo el pitón del toro y todo tipo de efectismos de cara a las peñas. En el cuarto, el mejor de la corrida, un toro "Heroe" bravo de verdad en todos los tercios mostró los dos lados de su tauromaquía.  Dos buenos pares de banderillas ganando la cara al toro y clavando arriba, calentaron la hora de la merienda. Se puso a torear y consiguió templar la embestida del toro, que no era fácil y llevarlo largo por la derecha en dos tandas con gusto torero. Fué incluso mejor por el izquierdo, más templado, suave y boyante, dos tandas de naturales ayudados con la espada, poco ajustados. En el estoconazo en lo alto se jugó literalmente el cuello pues el toro le lanzó el pitonazo a morir o matar. Triunfo rotundo y el presidente le denegó la segunda que pedía todo el mundo, tal vez de forma acertada. 
"Heroe" el gran toro de la feria. Molinetes de Padilla.

Perera nada pudo hacer con el inválido y descastado segundo. En el quinto, un sobrero jabonero que bajaba la excelente presentación del encierro, estuvo muy dispuesto pero sin acoplarse con un toro que pedía papeles. Encastadito y mirón se venía a la muleta con movilidad aunque sin entrega probando el valor del torero. Tuvo faena, pero esta vez el extremeño no lo vio y tuvo que marcharse a pie bajo el rotundo éxito de sus dos compañeros de cartel. 


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