miércoles, 19 de junio de 2013

Ya están aqui los sanjuanes.

CARTEL ANUNCIADOR DE LOS SANJUANES DE CORIA, CÁCERES.





Libros.


LEGIÓN

William Peter Blatty.    
Espasa Editorial. 
1983.                                                          

Para comenzar quiero advertir al lector que si no ha leído la primera novela de Blatty, "El Exorcista", no comience con esta ya que es una secuela de aquella. Algunos de los personajes exorcizadores son los protagonistas de este "Legión" que rompe el dicho manido de "segundas partes nunca fueron buenas". 

A mi entender esta es una buena novela negra. Asesinatos rituales muy escabrosos (su visión mental puede herir la sensibilidad del lector) mezclados con divagaciones teológicas sobre la existencia de Dios y la continua lucha entre el bien y el mal que inunda la sociedad en la que vivimos y análisis psiquiátricos de la mente humana se mezclan en una coctelera de la que sale una novela muy entretenida y que se lee con avidez e interés. 

El lector entra en la piel y en la mente del detective Kinderman, un judío por momentos cómico y chistoso, un antiheroe, en busca de una asesino en serie por las calles de Georgtown, Washington. La trama y el reguero de sangre de los cadáveres le llevarán hasta el hospital psiquiátrico de la ciudad donde no todo el mundo es quien dice ser...

La guionización del libro, al más puro estilo cinematográfico de Hollywood, permite al lector inmiscuirse en la investigación, comparar pistas y hacer sus propias hipótesis sobre los sospechosos en busca del culpable. Tengo que confesar que el final me ha dejado confuso. No he acabado de comprender. Un final abierto que se presta a múltiples especulaciones y debate entre lectores. 

¿No es eso lo que le pedimos a una buena novela? ¿Que nos enganche y nos haga pensar? Esta lo hará y por eso te la recomiendo.

Libros.

EN PRIMERA LÍNEA. Crónicas de la guerra de Vietnam.

Jonathan Schell.
Editorial Galaxia Guttemberg.
1981.

Relato aséptico y muy periodístico de la guerra de Vietnam desde la visión del reportero de The New Yorker Jonathan Schell, enviado a la zona de conflicto entre los años 1965 y 1967. 


En el más puro estilo de crónica militar, Schell nos acerca hasta importantes operaciones llevadas a cabo por los marines estadounidenses del Grupo Oregón durante la ofensiva del Tet en las regiones fronterizas entre Vietnam del norte y del sur de Quang Ngay y Da Nang. 



No hay morbo en estas crónicas. Que nadie espere encontrar sangre al puro estilo Hollywoodiense. Es un relato, siempre desde el seguimiento a las tropas norteamericanas, de los sentimientos y pensamientos que rondaban las cabezas de los soldados que participaban en estas operaciones de acoso y exterminio de miembros del Vietcong en estas zonas rurales vietnamitas, así como de las consecuencias de estas operaciones. 


Hay un claro acercamiento y compromiso de denuncia de la situación de los refugiados civiles que propició este conflicto. Crítica periodística a los métodos de bombardeos indiscriminados sobre aldeas sospechosas de albergar soldados comunistas y la reubicación forzosa de miles de campesinos en centros de internamiento en condiciones ínfimas. 

La crítica clara a los estamentos políticos y militares por la entrada en una guerra sin un plan claro de salida es el tema principal de un prólogo muy interesante, donde podemos encontrar un análisis periodístico de las motivaciones, causas e intereses que llevaron a Estados Unidos a perderse en una guerra de guerrillas en las selvas del sureste asiático con el precio de cientos de miles de muertos. 

martes, 18 de junio de 2013

Resumen de san Isidro 2013: Los toros.

UN TORO MANSO ENFOCADO AL TERCIO DE MULETA. 


Una característica esencial que siempre ha tenido el toro que se lidiaba en la plaza de toros de las Ventas es que siempre ha sido el puntero dentro de las ganaderías que se anunciaban. Me explico: La cabeza de camada en cuanto a presentación siempre venía reseñada a Madrid, así mismo los ganaderos buscaban que esa mayor presencia viniese unida a reatas (familias) de toros importantes dentro de la ganadería que pudieran asegurar un mínimo de dos toros de éxito por corrida al menos. En cuanto al comportamiento de los animales, por todos los buenos aficionados es sabido que es imposible acertar como va a salir desde que se reseña una corrida hasta que se ve su resultado en la lidia en la plaza. La excelente presentación SI ES EXIGIBLE, a ganadero y empresario. En este 2013 se ha confirmado la tendencia clara a una disminución del trapío de las corridas que se lidian en las Ventas. Tanto asociaciones de ganaderos como el empresario están achacando esta reducción de presencia a los tremendos costes que en estos días de crisis económica supone la cría del toro bravo en las dehesas. Los precios de los piensos, saneamientos, etcetera están poniendo el coste  del toro por encima de los 6.000 euros. Teniendo en cuenta la baja demanda de toros por la reducción de espectáculos taurinos (los ayuntamientos han cerrado el grifo de las funestas subvenciones a la fiesta), han hecho  que muchos ganaderos con tal de colocar sus corridas en las ferias hayan bajado su caché hasta la mínima expresión. Rumores en el mundillo del aficionado hay de toro tipo: Se  dice que este san Isidro un ganadero ha regalado la corrida con tal de verse anunciado y darse a conocer. Que otros han traído toros por 1.000 euros la unidad, etc. Algo claro y hecho constatable es  el 2 por 1 de ganaderías como Jandilla o Juan Pedro Domecq. Toros de saldo que salieron mal presentados y de juego morucho (Hay que salvar de aquí tres toros de Parladé, juanpedro, que salieron encastados e interesantes) sirviendo para humillación del ganadero, descrédito de la empresa y cabreo del aficionado que se siente estafado. Prácticas propias de los mercadillos y rastros domingueros están entrado en la fiesta de los toros. Atención al trapicheo. 

Teniendo en cuenta que 14 corridas pertenecían al encaste mayoritario, el encaste borreguero, el que gusta a las "figuras", a nadie puede sorprenderle que la feria haya resultado monótona y una decepción general en cuanto  al aspecto de los animales. Los toros han mostrado su mansedumbre en los primeros tercios como la regla general, definiéndose en la muleta ya sea para bien o parándose y rajándose a tablas. Es el mejor ejemplo de lo que está pasando en la selección en la inmensa mayoría de ganaderías españolas: se busca el toro para la muleta, se olvida el tercio de varas, se desprecia la casta en favor de una falsa acometividad duradera en la muleta...el toro moderno.

 Dentro de Domecq destacar al corrida de Parladé con tres ejemplares que sacaron casta en el último tercio y resultaron interesantes y dos sobreros, uno de Carmen Segovia (Torrestrella) al que Juan Bautista cortó una oreja el 19 de mayo y uno de José Vázquez (¡que lejos quedan sus santacolomas con el 9 de Aleas!)  sorprendentemente boyante en la muleta que desaprovechó Eduardo Gallo y se fue sin torear, siendo de verdadero triunfo. A la corrida de Victoriano del Rio algunos la han querido ver como la mejor. No dejaron de ser toros nobles en la muleta, algunos manseando en exceso como el que propició el "triunfo de Talavante".

El torismo en horas bajas. 

El torismo de la plaza de Madrid ha visto defraudadas casi todas sus espectativas. Salvar de la quema a don Adolfo Martín, que después de un año muy duro en lo personal, gracias a Dios al servicio sanitario pudo ver una de sus corridas más interesantes de los últimos años, con dos toros Baratillo y Marinero que recordaron lo mejor de la casta saltillo-albaserrada, fueron bien lidiados por sus matadores y dieron espectáculo en todos los tercios. Han recibido varios premios de asociaciones aunque como ya he dicho en otras partes de este blog, lo de los premios depende del cristal con el que se mira esta fiesta llamada tauromaquia. 
Tanto Escolar como Cuadri estuvieron muy por debajo de lo que cabe esperar de estas ganaderías. Resultaron sosas, toreables en exceso en el último tercio pero sin la transmisión que las caracteriza, los propios ganaderos así lo opinaron en los medios mostrándose decepcionados. La presentación excelente, todo hay que decirlo, muy por encima estas tres del resto del ciclo. 

Mención aparte merece el petardo de Victorino Martín. Es un riesgo para un ganadero considerado de postín anunciarse en una encerrona con una figura. El fracaso de Talavante puede arrastrar también al ganadero de Galapagar fuera de los corazones de los buenos aficionados. Meter a la figura y sus veedores en la ganadería a escoger los toros que debes presentar a una feria tan importante es poner al pirómano a apagar el fuego con gasolina. Toros de escasa presencia, terciados y sin gota de casta. Que cada cual afronte su responsabilidad en el desaguisado del 18 de mayo, pero el marketing de este evento no ha sido nada bueno para Victorino Martín. Tome nota, señor ganadero. La gente le quiere y le respeta. No la decepcione pasándose al "lado oscuro".

La sorpresa grata de la feria en cuanto al aspecto ganadero la proporcionaron los toros de Fermín Bohorquez. Bien presentada, salió noble y boyante en el último tercio como ha sido lo del encaste murube de toda la vida, proporcionando el corte de orejas y buen toreo de sus tres matadores. Otrora encasta preferido de las figuras, había caído en desgracia en los últimos años lidiándose solo en corridas de rejones. Esperemos que esta corrida de Madrid permita recuperar para el toreo a pie un encaste en vías de desaparecer, que los toreros la quieran para sus actuaciones ya que puede ser una reserva ganadera muy del gusto del aficionado, sobre todo porque es algo distinto que sale del monoencaste. 

Algunos de los toros destacados de la feria por su juego y bravura:

Navajero I de Bohorquez. Hay esperanza en el encaste murube. 



Grosella de Parladé. Propició el triunfo de Fandiño. 



Baratillo de Adolfo Martín. Ovación.
Amistoso de José Vázquez. Interesante sobrero. 

Marinero de Adolfo. Premiado en varias asociaciones como el mejor de la feria.

Resumen del San Isidro 2013


POBREZA, CONFORMISMO...Y UN FINO HILO DE ESPERANZA.



Llegan los días del análisis y la reflexión después de un mes de toros continuados en Madrid. Las distintas autoridades, peñas y asociaciones taurinas entregan sus premios a los triunfadores y destacados de la feria, todas ellas con criterios dispares y sin ninguna unanimidad, dependiendo del carácter más torista o torerista que tenga el grupo en cuestión. Lo que nos queda claro después de ver los resultados es el profundo bache y la deshunión existente que afecta a todos los sectores de la llamada Fiesta Nacional. Siempre se ha dicho que el estado de ésta es un reflejo sincero del momento social que atraviesa el país y en estos momentos de profunda crisis económica, de valores y de competencias ese dicho está resultando algo más que certero. 
Los triunfadores: La cuadrilla de Javier Castaño. 

Artísticamente la feria de San Isidro ha dejado en evidencia que esta plaza es algo fuera de lo común, que está lejos del circuito de la tauromaquia que podemos ver en otras ciudades de España y que gracias a Dios, todavía quedan una reminiscencia de buenos aficionados (no solo   en el tendido siete) que abogan por la integridad, la seriedad y la buena lidia, frente a una mayoría de público, más desentendido, que lícitamente busca divertirse, pero que con su falta de conocimientos sobre este espectáculo toma como lo normal y correcto auténticas tropelías que tienen lugar entorno a la corrida de toros de cada día. 

El aficionado exigente ha descabalgado a las llamadas figuras en esta feria de San Isidro, dejando las vergüenzas al aire de muchos, y ensalzando a los modestos, que con su sinceridad ante el TORO y su buen hacer en la lidia,  han destacado por encima de los que más caché tienen. Porque en esto, como en la vida misma, todo es una mentira. Aquí no es mejor el que se la juega de verdad ante el toro encastado, el mejor es el más guapo, el más pinturero, el mejor vestido, aquél que tiene a la crítica y los medios de su lado, la mercadotecnia al servicio del torero- modelo. 

Hay que decir en voz alta, que de largo, el momento más emocionante y torero de la Feria fue la actuación de la cuadrilla de Javier Castaño en la tarde de la corrida de Adolfo Martín. Banerilleros y picadores al servicio del matador, pero también al servicio del espectáculo y del aficionado y al servicio de ellos mismos, pues salen relanzados de esta feria como la mejor cuadrilla del mundo del toreo en estos momentos. Todo el mundo querrá verles, les lloverán los contratos, pues sus actuaciones a escala taúrica pueden compararse a un Pavarotti cantando en la Escala de Milán. Y no son guapos, no son modelos, que más da, pero saben torear y jugársela de verdad a carta cabal....lo demostraron dos tardes seguidas y la plaza boca abajo. Bien por Adalid, Sánchez, Galán y Sandoval. 

Alberto Aguilar, Antonio Ferrera y por supuesto Iván Fandiño son los otros tres grandes triunfadores en mi modo de ver esto. Ante toros de verdad, los más encastados y con trapío que salieron por chiqueros en este mes de toros, supieron lidiar y torear por momentos con buen gusto mandando sobre los morlacos. Alguno como el vizcaíno Fandiño pagando con sangre y cornada el querer triunfar. Se pone muy alto en el escalafón y hay ganas de verle con las llamadas "figuras", la lástima es que el "toro" que matan esos toreros me temo que no es el que le debe valer a él. 

Gratas sorpresas en este mes de oportunidades, de confirmaciones de alternativa han sido toreros como Juan del Álamo, Joselito Adame, Ángel Teruel o Arturo Saldívar, todos cortaron orejas (algunas de mayor peso que otras). Aire fresco para el toreo, aunque me temo que difícilmente los veremos fuera de Madrid por lo encasillado de este corrompido sistema que niega el pan a aquellos a los que realmente despiertan el interés en el aficionado. No son guapos y no tienen padrinos en los medios de comunicación, que le vamos a hacer. 

No podía cerrar este artículo sin hablar de los fracasados. Es curioso y paradigmático (aunque en este bendito país ya puede pasar cualquier cosa) que el torero causante del mayor petardo de la Feria, haya sido proclamado a su vez el triunfador. La desidia y falta de preparación técnica de Alejandro Talavante mostrada en la corrida de Victorino del 18 de mayo no pueden quedar borradas por la puerta grande barata y populachera obtenida una semana después. Magnífico ejemplo para las facultades de márketing y propaganda el vivido con este torero durante este mes de mayo en Madrid. Digno de estudio, desde el anuncio televisivo pagado por él mismo (o la empresa Taurodelta, su representante) hasta las entrevistas posteriores a la puerta grande, donde todo el periodismo afín a la causa se ha encargado de tapar lo primero y poner por las nubes lo segundo, en un ejercicio de fanatismo y favoritismo extraño, obsceno, sin precedentes en mi memoria de aficionado desde hace 22 años. De repente el 18 de mayo dejó de existir. Nunca ocurrió y el anuncio de Díaz Yanes duerme ya el  sueño de los justos. Seguramente arrojaron las cintas al fondo del mar, descansan junto al Titanic y Bin Laden. 

Talavante: Fracaso y ¿éxito?

Lo de Morante de la Puebla solo lo voy a calificar como "estafa". Dos verónicas y una media no justifican el dineral que este señor ha cosechado en tres tardes gracias al público que pasa por taquilla. Estuvo ausente, deshinibido e incluso provocador con el público que le gritaba.  Por no hablar del escándalo que se organiza en los corrales cada vez que torea el sevillano. Si no quiere venir a Madrid a darlo todo, que no venga, pero que no la organize, aunque seguramente él habrá sopesado que le compensan más unas cuantas almohadillas a cambio de suculentos dividendos en sus cuentas corrientes. Y como siempre no pasará nada. La crítica lo tiene en el más alto pedestal. Es el número uno matando cabras y toros mochos y en los pueblos se lo rifan...¡qué mas da liarla en Madrid!.

Manzanares, Castella, Cid, Luque, otros toreros considerados por la crítica especializada, consiguieron orejas baratas del sector del cubata-sombra, para justificarse y salir al paso pero con sus toreos insulsos, ventajistas y mil veces vistos. Pases y pases sin jugarse un alamar a toros descastadísimos y de presencias más que justa para la llamada primera plaza del mundo. Juegan con cartas marcadas. 

                                         




Los toreros-modelo, mil veces vistos. Nada nuevo. 


De la lectura de este largo artículo de mis razones, el lector no necesariamente avispado, puede sacar la conclusión de que personalmente la Feria de san Isidro del 2013 me ha parecido pobrísima y que el hilo de esperanza esta puesta, curiosa paradoja, en los modestos y en tres banderilleros y un picador que nos enseñaron lo que en realidad debe ser una corrida de toros, fuera del teatro y la pantomima en que se convierten muchas tardes.