miércoles, 2 de enero de 2013

José María Manzanares y Alejandro Talavante.

GESTOS Y SOSPECHAS.


Comienza el 2013. Año que se espera  muy duro donde los hubiere en todos los sectores profesionales en este país, y el taurinismo no es ageno, ni mucho menos al desierto de la aguda crisis que atravesamos. Hay que reinventarse y generar interés, reactivar la ya muy maltrecha afición al mundo de los toros victima de la inmisericorde corruptela que afecta también a este sector. Para ello, algunas de las llamadas "figuras" del toreo han expresado su intención de realizar diferentes "gestos" a lo largo de la próxima temporada, haciendo oidos al clamor de aficionados y empresarios que solicitan "algo nuevo y diferente" por parte de los mejores coletas.

Tengo que aclarar para los no iniciados en el tema taurino que la palabra "gesto" en este mundillo hace referencia precisamente a eso, algo distinto, que se sale de la normalidad, que fomenta el interés de los aficionados por acudir a la plaza o seguir su desarrollo por los medios de comunicación. Normalmente suele tratarse de matar una ganadería considerada difícil y encastada o, como en los casos a los que me voy a refererir a continuación, matar los seis toros como único espada en una corrida de toros.

En recientes fechas, dos de los toreros más importantes del escalafón han anunciado públicamente sendos "gestos": Alejandro Talavante matará seis toros de Victorino Martín, ganadería encastada, muy del gusto de los aficionados madrileños, en la plaza de las Ventas, posíblemente en la feria de San Isidro. Por su parte Jose María Manzanares estoqueará seis toros en solitario de distintas ganaderías en la plaza de La Maestranza de Sevilla, todavía sin concretar fecha.

Siendo dos "gestos" con similitudes, quiero hacerles llegar mi reflexión acerca de sus diferencias:

Ante todo hay que señalar las diferencias que los marcos de actuación imponen. La Plaza de las Ventas es la primera plaza en categoría del orbe taurino, con el toro más cuajado y serio que se lidia en el mundo, si exceptuamos el de las plazas de Pamplona y Bilbao que se asemeja. El toro de Sevilla siempre es más chico, de morfología y de pitones, normalmente con los cuatro años recien cumplidos pues se trata de una feria del més de Abril, muy al comienzo de la temporada y las corridas (dependiendo también del critero del ganadero) muuchas veces no están bien rematas. Asi mismo la ideosincracia de los públicos es muy distinta en ambas plazas. El sevillano es un aficionado muy respetuoso, silencioso en extremo y que busca ante todo las faenas de arte y como ellos dicen "pellizco". Aplaude con pasión el éxito y silencia condescendiente el fracaso. El madrileño es, sin duda, el público más exigente pues defiende ante todo la integridad y el respeto de su plaza. En Madrid gusta el buen toreo si, pero basado primero en una buena y ordenada lidia, en el dominio de la técnica sobre las florituras artísticas, consideradas aquí de menor valor.

Dados estos parámetros, muy a tener en cuenta, considero el "gesto" de Talavante como de verdadero interés para el aficionado, pues realmente se trata de una apuesta seria que puede presentar serios perjuicios para la carrera del matador en caso de fracaso. Además la ganadería de Victorino es una de las más encastadas y mejor presentadas, por ello muy del gusto para el aficionado y riesgo para los toreros. Exige de buena técnica, conocimiento de los terrenos y preparación física pues es toro de rápida repetición y embestidas muy humilladas. Si sale difícil, el toro de Victorino es muy peligroso. Una corrida muy atener en cuenta y que puede poner al torero extremeño en lo más alto si tiene suerte y consigue el éxito, que ante apuestas de este calado no es otro que la Puerta Grande de Madrid.

Lo de Manzanares es harina de otro costal. Seis toros de sus ganaderias "favoritas" en su plaza "favorita" donde ya a conseguido el triunfo en muchas otras tardes y es ídolo de masas. Toros andaluces del monoencaste Domecq, cuvillos, juanpedros, victorianos del rio, etc. En definitiva, es más de lo mismo. Es como jugar a la ruleta apostado al rojo, en una ruleta donde solo hubiese números rojos. El considerado máxima figura por la crítica juega con las cartas marcadas....¿es eso un "gesto"? Será un gesto bajo sospecha porque ningún aficionado que no sea partidario del alincantino va a tomar en serio el triunfo del torero en caso de que este se produzca. ¿En que va a cambiar la carrera de Manzanares esta corrida? En nada, pase lo que pase saldrá indemne. El éxito no tendrá repercusión en los aficionados de verdad y el fracaso siempre podrá ser achacado a la falta de casta de los toros, que en estas ganaderías suele ser el denominador común.

Atención a los "gestos" de la temporada 2013, que no se acaben convirtiendo en tocomochos sospechosos en pos de una falsa reactivación de la afición taurina...



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