APAGÓN TELEVISIVO EN LA MAESTRANZA.

La Feria de Abril de Sevilla 2013 no será televisada. La empres Pages que gestiona la plaza y la plataforma Digital Plus no han llegado a un acuerdo para la retransmisión de las corridas sevillanas. Había tele desde el año 2006 de forma ininterrumpida. En principio los motivos son económicos. La empresa pide 120.000 euros por corrida y la televisión se niega a pagar esos emonumentos.

¿Quién gana? En mi opinión todos pierden, y la que más pierde es la fiesta. Al canal televisivo que dirige Manolo Molés se le cae el esquema de un canal temático especializado en toros que surgiera hace escasos tres años, Una importante cantidad de abonados terminarán su relación comercial con el canal de pago si pierde los derechos de retransmisión de las principales ferias.  El aficionado pierde la posibilidad de  poder seguir todas las ferias importantes de España desde el salón de su casa a cambio de un canon mensual, la comodidad de desarrollar su afición y de seguir a sus toreros y ganaderías favoritas. La ciudad pierde uno de sus mejores escaparates para promocionarse, pues la televisión mostraba todo el ambiente de la feria y la belleza de las calles de Sevilla, una forma sensacional de animar a los turistas a visitar la capital andaluza. Y en general pierde la fiesta de los toros, pues en momentos tan difíciles para la sociedad española en su conjnto, dejar de retransmitir los toros puede ser la puntilla final para un sector que no es ajeno a la reducción de los festejos, espectadores y en consecuencia de los beneficios. Y todos sabemos que lo que no sale por televisión simplemente no existe, es olvidado.

Hay quien dice que sin televisión el público acudira más a la plaza a ver las corridas. Ese pensamiento es un sin sentido. En los tiempos que corren ¿quien va a pagar 60 o 70 euros por pasar calor o frio en un tendido, con vecinos de localidad molestos, si antes podía ver el mismo festejo en el sillón de casa, con aire acondicionado y repeticiones instantáneas desde 10 ángulos distintos? Simplemente habrá aficionados que se alejarán definitivamente de la fiesta.

Y como siempre surgen rumores de mangoneo en este mundo de los toros. La mala relación de Julián López "el Juli" con el crítico Molés surgida en el último año han disparado los comentarios  de beto a la televisión. El torero habría condicionado su participación en la feria sevillana a la salida de las camaras de la plaza.  Ya ha pasado otras veces, no es nuevo. El ejemplo de José Tomás es el más claro negándose a realizar su "arte" ante las cámaras dedicándose sólo a una élite de aficionados con dinero. El mangoneo de las llamadas figuras quitando la televisión de los espectáculos no es otra cosa que una forma de velar los desmanes que se realizan con la falta de presentación y casta de las corridas que matan. Matando la televisión se mata a un incómodo testigo y se cierra la boca a los aficionados más críticos y exigentes que comúnmente no coinciden con aquellos que más dinero tienen y que pueden pagar los precios de las entradas en las que se anuncian estas llamadas "figuras".

En los momentos en que la tauromaquia está más atacada por los sectores antitaurinos e independentistas, cerramos la entrada a la mejor forma de promoción, el acceso a los jóvenes aficionados que podrían revitalizarla y defenderla de esos ataques. La marcha de la televisión de los toros es una estocada definitiva para su desaparición. Una pena.