martes, 18 de junio de 2013

Resumen del San Isidro 2013


POBREZA, CONFORMISMO...Y UN FINO HILO DE ESPERANZA.



Llegan los días del análisis y la reflexión después de un mes de toros continuados en Madrid. Las distintas autoridades, peñas y asociaciones taurinas entregan sus premios a los triunfadores y destacados de la feria, todas ellas con criterios dispares y sin ninguna unanimidad, dependiendo del carácter más torista o torerista que tenga el grupo en cuestión. Lo que nos queda claro después de ver los resultados es el profundo bache y la deshunión existente que afecta a todos los sectores de la llamada Fiesta Nacional. Siempre se ha dicho que el estado de ésta es un reflejo sincero del momento social que atraviesa el país y en estos momentos de profunda crisis económica, de valores y de competencias ese dicho está resultando algo más que certero. 
Los triunfadores: La cuadrilla de Javier Castaño. 

Artísticamente la feria de San Isidro ha dejado en evidencia que esta plaza es algo fuera de lo común, que está lejos del circuito de la tauromaquia que podemos ver en otras ciudades de España y que gracias a Dios, todavía quedan una reminiscencia de buenos aficionados (no solo   en el tendido siete) que abogan por la integridad, la seriedad y la buena lidia, frente a una mayoría de público, más desentendido, que lícitamente busca divertirse, pero que con su falta de conocimientos sobre este espectáculo toma como lo normal y correcto auténticas tropelías que tienen lugar entorno a la corrida de toros de cada día. 

El aficionado exigente ha descabalgado a las llamadas figuras en esta feria de San Isidro, dejando las vergüenzas al aire de muchos, y ensalzando a los modestos, que con su sinceridad ante el TORO y su buen hacer en la lidia,  han destacado por encima de los que más caché tienen. Porque en esto, como en la vida misma, todo es una mentira. Aquí no es mejor el que se la juega de verdad ante el toro encastado, el mejor es el más guapo, el más pinturero, el mejor vestido, aquél que tiene a la crítica y los medios de su lado, la mercadotecnia al servicio del torero- modelo. 

Hay que decir en voz alta, que de largo, el momento más emocionante y torero de la Feria fue la actuación de la cuadrilla de Javier Castaño en la tarde de la corrida de Adolfo Martín. Banerilleros y picadores al servicio del matador, pero también al servicio del espectáculo y del aficionado y al servicio de ellos mismos, pues salen relanzados de esta feria como la mejor cuadrilla del mundo del toreo en estos momentos. Todo el mundo querrá verles, les lloverán los contratos, pues sus actuaciones a escala taúrica pueden compararse a un Pavarotti cantando en la Escala de Milán. Y no son guapos, no son modelos, que más da, pero saben torear y jugársela de verdad a carta cabal....lo demostraron dos tardes seguidas y la plaza boca abajo. Bien por Adalid, Sánchez, Galán y Sandoval. 

Alberto Aguilar, Antonio Ferrera y por supuesto Iván Fandiño son los otros tres grandes triunfadores en mi modo de ver esto. Ante toros de verdad, los más encastados y con trapío que salieron por chiqueros en este mes de toros, supieron lidiar y torear por momentos con buen gusto mandando sobre los morlacos. Alguno como el vizcaíno Fandiño pagando con sangre y cornada el querer triunfar. Se pone muy alto en el escalafón y hay ganas de verle con las llamadas "figuras", la lástima es que el "toro" que matan esos toreros me temo que no es el que le debe valer a él. 

Gratas sorpresas en este mes de oportunidades, de confirmaciones de alternativa han sido toreros como Juan del Álamo, Joselito Adame, Ángel Teruel o Arturo Saldívar, todos cortaron orejas (algunas de mayor peso que otras). Aire fresco para el toreo, aunque me temo que difícilmente los veremos fuera de Madrid por lo encasillado de este corrompido sistema que niega el pan a aquellos a los que realmente despiertan el interés en el aficionado. No son guapos y no tienen padrinos en los medios de comunicación, que le vamos a hacer. 

No podía cerrar este artículo sin hablar de los fracasados. Es curioso y paradigmático (aunque en este bendito país ya puede pasar cualquier cosa) que el torero causante del mayor petardo de la Feria, haya sido proclamado a su vez el triunfador. La desidia y falta de preparación técnica de Alejandro Talavante mostrada en la corrida de Victorino del 18 de mayo no pueden quedar borradas por la puerta grande barata y populachera obtenida una semana después. Magnífico ejemplo para las facultades de márketing y propaganda el vivido con este torero durante este mes de mayo en Madrid. Digno de estudio, desde el anuncio televisivo pagado por él mismo (o la empresa Taurodelta, su representante) hasta las entrevistas posteriores a la puerta grande, donde todo el periodismo afín a la causa se ha encargado de tapar lo primero y poner por las nubes lo segundo, en un ejercicio de fanatismo y favoritismo extraño, obsceno, sin precedentes en mi memoria de aficionado desde hace 22 años. De repente el 18 de mayo dejó de existir. Nunca ocurrió y el anuncio de Díaz Yanes duerme ya el  sueño de los justos. Seguramente arrojaron las cintas al fondo del mar, descansan junto al Titanic y Bin Laden. 

Talavante: Fracaso y ¿éxito?

Lo de Morante de la Puebla solo lo voy a calificar como "estafa". Dos verónicas y una media no justifican el dineral que este señor ha cosechado en tres tardes gracias al público que pasa por taquilla. Estuvo ausente, deshinibido e incluso provocador con el público que le gritaba.  Por no hablar del escándalo que se organiza en los corrales cada vez que torea el sevillano. Si no quiere venir a Madrid a darlo todo, que no venga, pero que no la organize, aunque seguramente él habrá sopesado que le compensan más unas cuantas almohadillas a cambio de suculentos dividendos en sus cuentas corrientes. Y como siempre no pasará nada. La crítica lo tiene en el más alto pedestal. Es el número uno matando cabras y toros mochos y en los pueblos se lo rifan...¡qué mas da liarla en Madrid!.

Manzanares, Castella, Cid, Luque, otros toreros considerados por la crítica especializada, consiguieron orejas baratas del sector del cubata-sombra, para justificarse y salir al paso pero con sus toreos insulsos, ventajistas y mil veces vistos. Pases y pases sin jugarse un alamar a toros descastadísimos y de presencias más que justa para la llamada primera plaza del mundo. Juegan con cartas marcadas. 

                                         




Los toreros-modelo, mil veces vistos. Nada nuevo. 


De la lectura de este largo artículo de mis razones, el lector no necesariamente avispado, puede sacar la conclusión de que personalmente la Feria de san Isidro del 2013 me ha parecido pobrísima y que el hilo de esperanza esta puesta, curiosa paradoja, en los modestos y en tres banderilleros y un picador que nos enseñaron lo que en realidad debe ser una corrida de toros, fuera del teatro y la pantomima en que se convierten muchas tardes. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario