lunes, 28 de enero de 2013

El invierno taurino.

 

 

Tertulias Taurinas de la Asociación el Toro de Madrid.


"HAY QUE BUSCAR LA PUREZA EN LA FIESTA".


Lleno de "No hay billetes" en Casa Patas el pasado jueves para participar en la tertulia con dos de los subalternos triunfadores de la pasada temporada: El picador Plácido "Tito" Sandoval y el banderillero David Adalid, ambos enrolados en la cuadrilla del matador salmantino Javier Castaño. La conferencia y posterior tertulia estuvieron centradas en la defensa de la pureza en la realización de las suertes al toro y la profesionalidad de los participantes en la corrida de toros, que como quedo claro en la charla, no siempre preside este espectáculo.



Magnífico ambiente como casi siempre en la pequeña sala de conferencias donde aficionados llegados de los más diversos lugares de Madrid y alrededores nos damos cita cada jueves de invierno para oir y charlar de toros. Este pasado 25 de Enero era de esperar pues nos visitaban dos de los mejores en su profesión en la actualidad, el mejor piquero y uno de los grandes y más valientes banderilleros del panorama taurino. Hombre recio, hecho en el campo, la palabra no es el don más desarrollado en Tito Sandoval. El habla en la plaza domando el caballo y picando en lo alto a los toros más bravos del campo español, pues su matador Javier Castaño está encuadrado en ese tipo de toreros encargados de matar las corridas de las ganaderías más duras y encastadas en cada feria, y como ellos dicen "que nunca nos falten" Así pues Sandoval, hecho en las tientas de Salamanca, nos indicó donde se debe picar bien a un toro que no es otro sitio que en el hoyo de la agujas, justo detrás del morrillo. Premiado en España y Francia por su labor, Tito se mostró alarmado por la falta de profesionalidad y aptitud de muchos de los picadores que aparecen por nuestras plazas que hacen auténticas fechorías a los toros, muchas veces sin licencia de picador, auténticos mercenarios que desprestigian esta profesión y a los que, según Tito, él mismo ha tenido la posibilidad de recriminar en algunas de las corridas en las que ha participado.

El debate subió de tono al apuntar uno de los asistentes la ilegalidad según reglamento de que los caballos de picar aparezcan en las plazas con los ojos y los oidos tapados. Sandoval argumento que es imposible llevar a un caballo hacia un toro con los ojos destapados, pues los equinos acudirían una vez, se espantarían y ya no querrian picar. En la actualidad hay muy buenas cuadras de caballos picadores, muy bien domados pero que si actúan así es gracias a que se les entrena privados de sus sentidos, si no sería imposible sacarlos a las plazas.



David Adalid es un jóven banderillero de San Martín de Valdeiglesias hecho en las plazas del Valle del Rio Tietar, el llamado por los taurinos "Valle del Terror" por el trapío de los toros y novillos que se lídian en estos pueblos. Hizo sus pinitos como novillero sin caballos pero pronto descubrió que su gran vocación era ser subalterno y que quería ser el mejor en eso. Desde los 18 años se viste de plata y ha ascendido con mucho esfuerzo hasta el gran reconociminto que ostenta en la actualidad dentro del mundo taurino. Defendió ante todo la pureza en la suerte de banderillas: mostarse al toro, andarle despacio para provocar la arrancada del animal, sacar los palos de abajo y clavar reunido en todo lo alto...eso es la pureza, siempre dando las ventajas al toro, para mostarlo en todo su poder y nunca engañar a su matador escondiendo sus defectos, pues según Adalid, la función principal del subalterno es mostrar al animal al torero en los dos primeros tercios para que este luego pueda triunfar con la muleta y la espada.

Y ante todo jugarse la vida cada tarde, en cada toro. Pues la pureza de la fiesta es jugársela en cada lance para que el espectador, que es el que paga, pueda sentir que lo que se produce en el ruedo es algo especial, fuera de lo común, que hay personas que se juegan la vida frente a un animal encastado, y así el  espectador se emocione, vibre y dé importancia a todo lo que está pasando en el ruedo.

Adalid abogó por la diversidad de suertes tanto en la brega (muy importante para mostrar las condiciones del toro) como en el tercio de banderillas y señaló la importancia de que el matador permita que sus subalternos puedan considerarse artistas y protagonistas de la faena más allá del egoismo de buscar su propio lucimiento. En este sentido Javier Castaño es un magnífico ejemplo y los anima cada tarde a sorprender e innovar las suertes y como ellos dicen "a reventar la plaza", según nos contó el banderillero.

Salimos muy contentos el jueves de Casa Patas. Satisfechos por comprobar como todavía, dentro de tanta corrupción y podredumbre que nos rodea, existen profesionales íntegros capaces de emocionar con sus actuaciones y palabras a admirados y hambrientos aficionados al toro. ¡Ole que toreros!

No hay comentarios:

Publicar un comentario